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as abejas son en realidad hormigas evolucionadas, en su mayoría muy sociables (hasta 30.000 individuos por comunidad), y muy beneficiosas para los humanos.

La miel producida por las abejas es un excepcional alimento para los humanos

En otras culturas, como la del antiguo Egipto, eran muy apreciadas además de por su miel y cera, porque de ellas obtenían el propóleo, una sustancia fundamental en los procesos de momificación. En las culturas occidentales, sin embargo, se teme la presencia de estos insectos himenópteros y en muchas ocasiones los rechazamos, o nos defendemos eliminándolos por ignorancia de como convivir con ellos.

Los beneficios que obtiene el hombre

Ya sabemos que un alimento excepcional para el hombre producido por las abejas es la miel, pero no es el único beneficio que pueden proporcionar estos insectos. Ecológicamente las abejas aumentan la cadena trófica en el entorno donde se establecen, pues su presencia favorece la proliferación de insectívoros, a su vez la función polínica permite la supervivencia de los granívoros que se alimentan de muchas gramíneas (trigo, cebada, centeno, maíz, avena, arroz...) fecundadas mediante este sistema.

Los cultivos próximos a las colmenas pueden llegar a producir hasta un 40% más, motivo por el que muchos agricultores las instalan principalmente con ese fin. Las abejas melíferas son los insectos más importantes en la función de la polinización. En farmacología se utilizan distintas sustancias elaboradas por las abejas. El propóleo, por ejemplo, es un producto farmacológico con diversas aplicaciones: antibiótico fuerte, afecciones del sistema respiratorio, anemias, arteriosclerosis, etc.

Las abejas melíferas son los insectos más importantes en la función de la polinización

La apiterapia es otra utilidad terapéutica de las abejas útil en personas no sensibilizadas. Aunque debe ser aplicada por especialistas, esta práctica se ha demostrado muy eficaz y tiene similitudes con la acupuntura. Consiste en exponer una abeja en la parte afectada para que pique y suelte el veneno. Con este método se pueden tratar reumas, lumbalgias, ciáticas, afecciones bronquiales y catarrales, etc. No debemos nunca realizar la apiterapia por nuestra cuenta, pues existen personas alérgicas al veneno de las abejas, y puede incluso llegar a causarles la muerte en escasas horas.

Defendernos de las abejas conociendo sus costumbres

Las abejas no son insectos agresivos, sólo se defienden si se sienten acosadas. Además, si una abeja se ve en la imperiosa necesidad de picar le va la vida en ello, ya que al perder el aguijón se desgarra el abdomen y muere. Conociendo las costumbres de estos insectos nos ayudará a defendernos de ellos sin causarles daño, e incluso podemos llegar a disfrutar de su presencia sin temor.

Debemos saber que los perfumes, cosméticos, y en general cualquier producto aromatizado que utilicemos, puede funcionar como reclamo para las abejas y que nos identifiquen erróneamente como una fuente de polen. También las vestimentas llamativas (rojos y amarillos) y floreadas, así como uñas pintadas, adornos brillantes o bisutería, pueden atraerles y confundirles. Debemos evitar igualmente que caigan en nuestra epidermis restos de sustancias azucaradas, producto de saborear caramelos, pasteles, tartas, etc.  Por ello, si decidimos movernos por el campo deberíamos prevenir estas eventualidades.

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